Cambio de bando
Posted in Mementos, Observatorio on junio 29th, 2012 by José Manuel Rey – 1 CommentEscribió Bertrand Russell que lo que distingue al mundo moderno de los siglos anteriores se debe a la ciencia, que alcanzó su triunfo más espectacular en el siglo XVII. En ese espectáculo participa, en particular, el cálculo de derivadas que inventó Newton para describir el sistema del mundo con precisión exquisita. Desde la revolución Newtoniana las matemáticas han demostrado una capacidad asombrosa para describir el mundo natural y, en sazón, ser el motor de la sociedad tecnológica que hoy tenemos. Los viajes espaciales, la aviación comercial, las telecomunicaciones, los sistemas de posicionamiento geográfico, la predicción del clima son sólo algunos de los fenomenales ejemplos del éxito de las matemáticas aplicadas al mundo físico.
Ese descomunal éxito para analizar y aprovechar el mundo físico estimuló la idea de que las matemáticas podían triunfar en otras disciplinas más grises, como las asociadas con la actividad del ser humano. Así resulta lógico que los primeros intentos ‑alrededor de la mitad del siglo XIX‑ de matematizar la “física” de las ciencias sociales– la economía – asemejaran ideas de la ingeniería y la física. Hay muchas analogías entre los métodos iniciales de la economía matemática y las leyes de la mecánica, la termodinámica y áreas científicas similares. Sin embargo, después de siglo y medio de matemáticas empleadas en economía, se podría argumentar –usando sucesos de rabiosa actualidad‑ que el papel de las matemáticas en las ciencias sociales está muy lejos de ser un éxito.